• La polinización realizada por los insectos es más eficaz que a través del aire. Esta implica una mayor producción de polen para asegurar que llegue algún grano a las demás flores.
• La fecundación es mucho más rápida y no necesita un año como en los pinos.
• La dispersión de las semillas encerradas en frutos es mejor que la de semillas desnudas, ya que utiliza medios mucho más diversos: hay animales que se comen los frutos y dispersan las semillas en sus deyecciones, frutos como el coco que flotan, frutos con ganchos que se enredan en el pelo o plumas de los animales, etc. Hay que resaltar que si la dispersión de las semillas no es buena, existe el peligro de que las nuevas plantas queden bajo la sombra de su progenitor y no tengan luz suficiente para poder vivir.
• La germinación de las semillas también es mucho más rápida. Por ejemplo, hay angiospermas, como las plantas de alta montaña, que han de aprovechar el poco tiempo que hay sin nieve. Mientras germina la semilla, se forma la planta, florece y se forman nuevas semillas, y solo pasan seis semanas, contra los diez años que puede precisar un pino de alta montaña.